El Plantel Semilleros cuenta con años de experiencia en la realización de injertos. Con el tiempo la técnica ha ido mejorando además de las condiciones para conseguir mayor número de prendimientos.
José Francisco Torres, Delegado Comercial de la zona del Levante e Indalecio Rueda Ingeniero Técnico Agrícola en la Delegación de Níjar. Nos desvelan más detalles del injerto, concretamente del que realizan con la planta de tomate.
¿Cuáles son las principales diferencias entre una planta de tomate convencional y una injertada?
Una planta convencional presenta una serie de características intrínsecas que no son variables por sí sola. En el caso del injerto, al fusionar esa planta convencional con un patrón, le incorporamos unas cualidades que repercuten directamente sobre ella. Un detalle curioso de la planta injertada puede ser el fuerte olor característico que tienen los portainjertos. Se pueden percibir desde bastantes metros.
¿Qué media de vida tiene un injerto y una planta convencional? ¿Envejecen de la misma manera?
La vida de una planta injertada o sin injertar varía de manera sustancial. Uno de los principales objetivos que se pretende con el injerto es alargar el ciclo del cultivo. Los portainjertos tienen una gran capacidad de renovar raíces durante todo el proceso de cultivo y transferirle a la variedad un empuje extra. Dejando a un lado la presencia de patógenos o condiciones adversas para el cultivo, una planta injertada puede tener una vida de unos 10 meses, mientras que una convencional tiene de promedio 6 meses.
¿Qué beneficios aporta el injerto al agricultor frente a la planta convencional?
Los principales beneficios que se obtienen de una planta injertada son resistencia a virus, enfermedades fúngicas y nematodos. A ello hay que sumar un mayor poder radicular para resistir condiciones climáticas adversas, suelos malos o aguas de alta salinidad y, por último, permite prolongar el ciclo de cultivo y elevar la producción.
¿Qué porcentaje de agricultores, que apuestan por el injerto, vuelven a convencional?
-Depende. Por ejemplo, en la zona de La Cañada los agricultores prácticamente continúan con injertos, sin embargo, en la zona de Níjar alrededor del 25 por ciento de los agricultores han vuelto a convencional.
¿Es necesario tener unas instalaciones o equipamientos específicos para poder contar con una planta injertada en lugar de una convencional?
En semillero sí son necesarias instalaciones y equipamientos específicos para reducir el estrés causado a la planta y favorecer el prendimiento de ésta, ya que, en el proceso de injertado, tanto las variedades como los portainjertos son cortados produciéndoles una herida y seguidamente tienen que ser pegados.
Sin embargo, para el agricultor no es necesario que cuente con instalaciones específicas para cultivar planta injertada. Lógicamente, tener buenas instalaciones y equipamientos influirá sobre el cultivo, pero gracias al injerto las plantas podrán soportar condiciones adversas.
En cuanto a rendimiento traducido en kilos ¿es el mismo?
No es el mismo. Una de las ventajas del injerto es mejorar la productividad de variedades que por sí solas tienen calidad, pero poco rendimiento. Además, como podemos aumentar el ciclo de cultivo, la planta producirá durante más tiempo.
Apostar por planta injertada ¿supone un ahorro a final de campaña?
Totalmente.Con el injerto la planta es menos propensa a enfermedades y se obtiene un mayor rendimiento. En el Plantel Semilleros siempre utilizamos substratos de alta calidad e infraestructuras innovadoras para ofrecer a nuestros agricultores una planta de primera. También destacamos por el servicio posventa, tanto técnico como comercial, dado que siempre estamos al lado del agricultor.
Aprovechamos para informar a nuestros clientes del inicio de campaña en la zona de poniente, mientras que en la zona de levante ya llevamos varias semanas con ella. Cómo viene siendo la tónica desde que se abrió la delegación de Níjar el nivel de aceptación y fidelidad de nuestro agricultor crece campaña tras campaña.