El Plantel Semilleros continúa con su misión de contar al público el día a día de un semillero como el suyo que abastece a gran parte de la geografía española con sus injertos y microinjertos.
Por eso, en este artículo explica en qué consiste el ‘repicado’, un servicio que este semillero presta a sus clientes de forma adicional cuando la planta está lista para trasplantar pero la finca del productor aún no está preparada para dicho proceso. Así pues, cuando el cepellón de la planta se queda pequeño ésta se traslada a otra bandeja cuyos cepellones son más grandes lo que permite retrasar 10-15 días el trasplante en finca sin que la planta sufra daño alguno.
Para realizar el ‘repicado’ hay que tener en cuenta varias cuestiones. La primera es que esperaremos a que las plantas del semillero tengan un tamaño adecuado, se extraerá cuidadosamente la planta de forma que no se rompan las raíces. El lugar donde se coloca la planta se prepara con sustrato húmedo. Por último, una vez ubicada se presiona el sustrato y se riega.
El ‘repicado’ es un proceso bastante delicado puesto que las plantas en este momento son muy sensibles. Así pues, para realizar el ‘repicado’ de forma correcta es imprescindible que la planta disponga del vigor suficiente y que sus raíces estén lo suficientemente desarrolladas.
Otro proceso destacado es la ‘salida’. En éste la planta se prepara para su envío desde el semillero hasta su destino final. Se realiza una vez que la planta se encuentre en su estado óptimo para poder plantarla. Serán los técnicos y el mismo cliente quienes determinen exactamente el momento ideal para poder dar salida a la planta.
La preparación de las plantas para la ‘salida’ conlleva una limpieza profunda de la planta. El objetivo es obtener una planta 100% útil, quitando todo elemento de la planta que no lo es, como puede ser algún cotiledón seco o cualquier tipo de inconveniente.
